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mindhunterTodos tenemos una debilidad. O varias. En mi caso, hay dos temas que me interesan especialmente. Libros que tengan que ver con el lenguaje y sobre asesinos en serie. Así, tal cual. Intento leer todo lo que puedo sobre estos temas. De ahí que, cuando Netflix estrenó la serie basado en el libro Mindhunter me dije: date un poco de tiempo, reeditarán el libro, podrás leerlo. Y dicho y hecho. Cuando me enteré de que ya estaba a la venta, fui a comprarlo, y me puse de lleno a leer sobre la vida de John Douglas como uno de los principales revolucionarios de las técnicas para estudiar las mentes de los asesinos en serie. Supongo que mucho tienen que ver mis estudios en Psicología ya que, desde la carrera, siempre he tenido mucho en interés en entender qué es lo que mueve los engranajes de este tipo de patologías. ¿Qué lleva a un hombre que, en apariencia, es como el resto de la población a matar de forma tan violenta? ¿Hay un significado especial en algunos crímenes, en algunos detalles que se encuentran en las escenas del crimen? Ahí es donde entra en juego mi pasión por este tipo de libros ya que, desgraciadamente – sí, lo habéis leído bien, desgraciadamente – no he podido especializarme en este tipo de ciencias. Así que sublimo esa frustración metiéndome de lleno en la vida de otros que han podido hacer de su vida una especie de caza a aquellos que se han convertido ya en un incoo en el imaginario colectivo.

Hay que tener claras ciertas cosas a la hora de meterse de lleno en este libro. La primera es que si se pretende encontrar en él un listado de todos los asesinos en serie y las atrocidades que cometieron, caeremos en un error. No es que no desfilen por aquí sus personalidades, lo que hicieron, o lo que supusieron para las comunidades donde asesinaron, sino que lo que nos presenta Mindhunter es una prueba de vida, un recorrido por la vida del hombre que ayudó a capturarlos. Para ejemplo, hasta el capítulo 6 – pag. 107 – no aparece realmente la labor de campo que realizó John Douglas durante el resto de su carrera. Es importante este matiz porque el principio puede hacer que nos alejemos del libro, pero hay que entender en esos cinco primeros capítulos cómo se llegó a estudiar lo que, en apariencia, nadie tenía interés en estudiar. No hay que olvidar que hasta no hace tanto la ciencia del comportamiento no se había parado a estudiar este tipo de personalidades patológicas porque no parecían existir o al menos no se contemplaban de la misma forma en la que se hace en la actualidad. Pero para llegar al punto actual, hay que saber lo que había antes, y aunque para algunos lectores esto pueda suponer un lastre, creo que es necesario para ver en global lo que viene a continuación.

Cartel de la serie de televisión creada por David Fincher

Lo que sigue en Mindhunter es un complemento perfecto para todos aquellos que hayan visto la serie. Podrán verse las entrevistas que ya se vieron, pero añadiendo algunos elementos que dan más consistencia o que rellena los huecos que pudiera haber. Pero además extiende mucho más el imaginario que ya podríamos tener de lo que John Douglas hiciera en los años en los que trabajó para ayudar a las diferentes comunidades. Junto a las experiencias personales, a la burocracia y al menosprecio por la psicología, se unen aquí algunos de los estudios sobre crímenes más conocidos en la historia de los asesinos en serie. Pero sobre todo, lo que más me sorprendió del libro, es lo exento de críticas que resulta. Lo que se nos propone es un relato casi científico de lo que sucedió, lo que tuvo que hacerse, y lo que supuso para los que estuvieron implicados. Quizá por eso me ha gustado tanto. Se nos presenta el cuadro, es obvio que nosotros no podremos entender a la perfección cuáles son las motivaciones de estos asesinos en serie, pero al menos podremos ver, a través de las entrevistas que se mantuvieron, qué es lo que hizo que en algún momento el resorte saltara.

La segunda importancia radica, tal vez, en para quién va dirigido este libro. ¿Eres un lector que no quiere leer lo macabro de la realidad? Entonces este libro no es para ti. ¿Eres, por otro lado, un lector que se interesa por todos los polos que nos puede proporcionar la personalidad humana? Pues bienvenido, estás en el lugar adecuado. Y eso sí, que ninguno piense que se va a encontrar – aunque sea bastante fiel – un relato calcado de lo que aparece en la serie. Los lenguajes que se manejan son diferentes; la tensión que permanece en la serie no aparecerá en el libro – que sea un relato casi científico le da una sensación de narración aséptica, aunque no lo sea -; y lo que se nos mostró en los capítulos es sólo una gota en todo el océano de sangre y depravación que existió realmente.

¿Lo recomiendo? Sí, sin ninguna duda. ¿Gustará a todo el mundo? Como todo, supongo que no.