Dolores Conquero, fotografiada por Carlos Ruiz

A lo largo de la historia, la mujer ha debido hacer frente a muchas situaciones injustas. De ahí, de esa injusticia, nacieron las ganas de leer Amores contra el tiempo. Una vez leído – como podéis ver en la reseña – me interesó poner voz a su autora y que pudiera contarme un poco más sobre lo que hay detrás de las vidas de las apasionantes mujeres de las que dibuja vidas y emociones. Quedamos en un sitio céntrico. Dolores Conquero apareció puntual, mientras yo me acercaba y observaba cómo, detrás de sus gafas, se dibujaban unos ojos atentos a todo lo que la rodeaba. Su voz, casi rozando el susurro, saludó a un ansioso lector que, por primera vez, tenía la oportunidad de conversar con un autor sin cronómetros de por medio. Sentados mientras nuestras cucharillas navegaban con un café, comenzamos a hablar de cómo el libro fue tomando forma y se convirtió en lo que ahora es. Soy periodista y guionista, he trabajado toda mi vida, y hace cuatro años creé un blog (www.minovioesmasjoven.com) por una experiencia personal porque descubrí que cuando en una pareja hetero la mujer era más mayor que el hombre, se veía distinto y esto me cabreó mucho  y me pareció injusto. Aunque también hablaba de cine, literatura, música y de cómo se había tratado el tema, siempre con un poco de crítica, sin hacer demasiada sangre porque no es mi estilo. También con un poco de humor. Y así seguí cuatro años con el blog, y surgió hacer este libro aprovechando que yo ya tenía allí una sección que se llamaba “Pioneras”, aunque no se pareciera a lo que yo hacía en el blog porque ahí son textos cortos y aquí son nueve biografías más extensas. 

Así es como nace, como se crea el germen de algo que va a ser mucho más grande y que tiene, en su centro, un aspecto de dar voz, de dar visibilidad a historias que, de otra forma, no han tenido posibilidad de ser conocidas por el público. Esa es una de las cosas que fui pensando camino de la entrevista. ¿Es necesario este libro? ¿Son necesarios este tipo de libros para que nos demos cuenta de aquello que callamos y que no nos atrevemos a nombrar por ciertos tabúes? Mira, a mí una de las cosas que más me sorprendió es que, cuando abrí el blog, me escribía mucha gente dándome las gracias, diciéndome que se sentían menos solas desde que conocían el blog. De hecho, por eso seguí. Yo creo que cuando vives una situación así, como otras me imagino, es importante ver que hay otra gente que está viviendo lo mismo que tú. Por lo que yo creo que sí es necesario que se cuenten este tipo de historias. Porque lo que se cuenta se hace real, se conoce, tiene otra dimensión. Para mí, hombre, treintañero, habían permanecido tan alejadas de la luz que se lo comento a Dolores. A mí siempre me ha gustado hacer algo que no hacía nadie. No creo que tenga sentido hacer algo si otros ya lo han hecho. Me gusta ir más allá, no hablar de lo que todo el mundo conoce, y además me gusta investigar, soy como se suele decir una “currito periodista” – sonríe al decirlo – entonces a mí me gustaba poder contar que, por ejemplo, la Pasionaria tuvo un amor más joven que es algo que el público apenas conoce. Pero fuera del conocimiento, como lector, que alguien pueda tener sobre la vida de ciertas mujeres, es más importante hablar, como lo hacemos, de cuáles son las razones para que otro tipo de publicaciones no hayan editado nada semejante hasta ahora. Sigue siendo un tabú, obviamente. No creo que sea tanto de tipo moral, como antes, sino que ahora tiene más que ver con el culto a la juventud. Parece que lo que no se perdona es que una mujer tenga cierta edad y quiera tener una vida amorosa. Asiento, desde la posición de distancia de quien no ha vivido lo que Dolores ha podido vivir dada su experiencia personal que, ligada directamente con la temática, pudo tener que ver con lo que ella ha escrito. Por lo que sumado a su formación como periodista y a sus ganas de investigar, me pregunto si ha sido un camino que la ha llevado de la mano por algo conocido. No creas que ha sido fácil escribir el libro. He utilizado muchos datos cruzados, que además es algo muy mío cuando trabajo, y gracias además a mis lecturas y a lo que he vivido he escrito Amores contra el tiempo (se denomina a sí misma lorquista, lo que le ayudó para su capítulo sobre Gala, y haber coincidido un breve tiempo con Pepín Bello).

Portada de «Amores contra el tiempo» de Dolores Conquero

Pero, ¿qué sucede con la literatura feminista?, me llevo preguntando un tiempo. ¿Qué sucede, en estos momentos, con las publicaciones sobre feminismo que empiezan a editarse ahora tanto? Dolores lo tiene claro. Yo creo que este es el momento de las mujeres. Ya estamos muy hartas y hemos explotado. Adoro ser mujer y participo en todo lo que tenga que ver con la mujer. Aquel que me conoce sabe que siempre ando haciéndome preguntas. Recuerdo que, cuando leía Amores contra el tiempo me cuestionaba si este mismo libro se hubiera publicado hace cuatro años, cuando el movimiento feminista no tenía tanta proyección como ahora. Así se lo hago saber. Yo creo que sí. Más allá de que son historia de mujeres, son biografías que creo que de por sí son interesantes, y más allá del nexo de unión que tienen todas estas historias, creo que son mujeres únicas que sobresalieron en todo, no sólo en lo personal, sino en todo. Y es que además, me preocupa que esté bien escrito, que sea un placer leerlo. Nunca hubiera entregado nada que para mí no fuera digno.

Pero, ¿hay alguna biografía, alguna mujer, que le sorprendiera especialmente? Fueron varias, la verdad. Una de ellas fue la de Curie. Poca gente sabe que tuvo un romance con un hombre más joven, un colega suyo, pero con lo que más quedé sorprendida fue con su personalidad, su determinación, muchos detalles que hace que sepas aspectos que no conocías. Porque más allá de las historias de amor de estas mujeres, una de las cosas que más me llamaron la atención de este libro fue la forma tan asombrosa de ponernos en contexto de la autora. Tengo un estilo peculiar al escribir, al investigar y he pretendido que sean distintas. He descubierto algún dato que no se había dicho nunca. Soy, además muy ecléctica, me interesan el cine, la música, lo mundano también, y eso es lo que hace que haya podido mezclar unos mundos con otros. Y además, yo creo que la personalidad del escritor, para bien o para mal, se suele reflejar en la escritura. 

El segundo café hace acto de presencia y charlamos sobre el trabajo, sobre la minuciosidad a la hora de escribir, de investigar, de cómo el ritmo es un aspecto muy importante en cómo narra Dolores Conquero. Yo le doy mucha importancia al ritmo. Creo que si no tienes un buen oído no puedes escribir bien. Leo, releo, y si algo me chirría no lo puedo dejar. Y es que uno no sabe cómo es la vida de un escritor hasta que se la cuentan. Escribí el libro encerrada, literalmente, durante varios meses. Pero disfruto con lo que hago y creo que se nota. El libro se ha mirado mucho, he seguido la edición paso a paso y he de decir que la complicidad con mis editoras ha sido total. Hablamos de cómo cuidar una obra, de ver a su criatura desde la distancia, de periodismo y, sobre todo, de literatura. Y sobre todo de lectores. Me doy por satisfecha si tiene unos lectores que lo disfruten, la verdad. Obviamente tengo que vivir, pero con que lo disfruten me conformo. Que el lector descubra curiosidades, detalles que le sorprendan.

Termina nuestra conversación con la sensación de haber conocido a una mujer con mucho que decir. Una de esas investigadoras que, como si fueran detectives, convierten las vidas de los demás, de estas nueve mujeres, en parte de nuestras vidas. Y es que la Historia deja entre sombras muchos nombres, muchas almas, a muchas mujeres. Como bien dice al terminar nuestra entrevista Dolores, el olvido se cierne con mucha facilidad sobre todo. No permitamos que eso ocurra más. Leamos Amores contra el tiempo.