Los descubrimientos literarios son un auténtico delirio, afortunadamente nos quedan las reseñas para clamar a los cuatro vientos cuánto hemos vivido leyendo una historia que nos gustaría haber descubierto hace mucho. Otras de mis alegrías es contar con editoriales que siguen apostando no sólo por lo nuevo, sino por no olvidar aquello que merece la pena. Es el caso de El juego del ahorcado de Inma Turbau que Navona en su colección Impactos nos deleita una vez más con su buen hacer editorial. Por un lado el librito con portada maravillosa que desde luego a mí me encanta tener en mi librería y por otro lado, lo grandioso entre páginas pequeñas: la historia. Podría decir cual faja de betseller de novela negra que engancha a un ritmo trepidante y que no podemos soltarlo hasta la última página. Y siendo todo ello cierto, no hace justicia a lo que encontramos en esta novela. Tengo la certeza que cualquier cosa que os ponga sobre ella me sonará vacía respecto a lo que realmente siento, por ello me encantaría que la disfrutárais tanto como yo así que os daré algunas pinceladas con las que espero convenceros.

Sandra acaba de recibir una llamada de su madre que de alguna manera lleva esperando tiempo, su amigo de la infancia, su primer amor de adolescencia acaba de suicidarse ahorcándose en el garaje de su casa. Ante la sorpresa de su madre por el método elegido, Sandra tiene en su cabeza todas las respuestas al cómo y al por qué. Hace mucho años que ambos guardan un secreto que marcó la vida de ambos, que hizo que tomaran caminos contrarios quizás demasiado tarde, pero que se mantuvieran unidos a través de ese secreto y de unos sentimientos con raices profundas y duras. Ahora David está muerto, y Sandra en esa misma noche que conoce la noticia se decide a contarnos todo lo que pasó durante esos años en distintos modos de relación, sobre sus sentimientos y pensamientos más oscuros. Una noche de muerte y catarsis en la que nos hará partícipes a los lectores de toda la la luz que hace mas de diez años estaba sepultada en su interior.

Corren finales de los años 80. Los cambios sociales van a una velocidad de vértigo y los adolescentes de la época crecen en función de ellos, van derrapando en sus propias vidas mientras hay cosas que no cambian, los secretos entre padres e hijos, los desconocidos con demasiadas hormonas que guardan más de lo que dicen. Podríamos llamarlo un libro de iniciación, pero difiere mucho de los habituales. El juego del ahorcado es serio y frío. El drama llega hasta la crueldad y en medio, el tradicional juego del ahorcado que guía una relación tan destructiva como hipnotizadora. Me fascina la manera de escribir de la autora, ni sobra ni falta, es de una dureza clarificadora y con frases memorables que se quedarán en el recuerdo de lo bien escrito. Esta historia es la muestra de la inercia imparable de la vida, que va seleccionando quién juega y quién se queda fuera. Pues todo eso escrito con un gusto que merece mucho la pena. Sin duda, El juego del ahorcado ha sido todo un Impacto.